Tratará
de validarse con argumentos razonables, como la educación superior está
asociada a elevar la productividad de un país y mejorar las expectativas de
vida y las condiciones de salud de la población en general.
Introducción
Un
activo fundamental de cada nación para lograr el desarrollo es el conocimiento
y éste depende en gran medida de la educación superior. Lepeley (2003, p.32) señala: “el crecimiento y
desarrollo de las sociedades y economías tienen cada día mayor relación con el
grado de educación de la gente y la formación del capital humano”. El sector de la educación se
puede considerar uno de los más importantes y específicos para un país (Forero
y Bardey, 2008), los países más avanzados del mundo transitan a la
consolidación de una economía basada en el conocimiento, la capacidad de innovar y la calidad de los
recursos humanos de cada país será la principal ventaja competitiva de las
naciones. Barr (2003) afirma que existe una relación entre “el bajo logro
educativo y la exclusión social”. De esta forma la educación desempeña un
papel muy importante en el aspecto social (Forero y Bardey, 2008), tanto entre
individuos como entre naciones.
Cantidad y calidad
Según la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco
Mundial (citados por Flores, 2012), el 50% de la diferencia del ingreso
per cápita entre Estados Unidos y México se debe a los problemas de
productividad. El nivel de competitividad de México está retrocediendo, mientras
que otras economías emergentes lo están rebasando en la carrera hacia la
economía del conocimiento (OCDE, 2010). La productividad está ligada
íntimamente con la educación superior, la productividad es del tipo de
conocimiento que debe ser desarrollado en la universidad, pues de lo contrario se
ampliarán las brechas entre las naciones (Sisto, 2007). El nivel de productividad de una empresa o de
toda la economía de un país, es lo que determina en última instancia su
capacidad de competir, sus ingresos y su nivel de vida (Umaña, 1993).
Mirabal (2007) nos recuerda que: “Lo que hizo que la economía soviética se
desplomara fue que la productividad del capital de sus inversiones era muy
baja, en algunos casos, hasta negativa, como las enormes inversiones realizadas
en la agricultura”. El concepto de desarrollo se interpreta con frecuencia como
crecimiento económico, enriquecimiento y mayor productividad, aspectos que
suponen mayor producción y consumo (Agudelo, 1999), aspectos que indudablemente
se asocian al mejoramiento, pues al aumentar la productividad, mejoran los
ingresos que van acompañados de una mejor calidad de vida. La promesa de un
futuro mejor no es posible sin incrementar la productividad (Umaña, 1993). Se
afirma que la Universidad es la responsable de desarrollar lo que la sociedad
demanda. Uno de los propósitos de la
educación superior es el de responder a las demandas del nuevo mundo globalizado, creando y divulgando el
conocimiento convirtiéndose en un elemento transformador. Umaña (1993) lo deja
entrever de una manera especial:
“Las herramientas para poder aumentar la
productividad son de dos clases: por una parte, se necesitan procesos y equipos
eficientes y por otra, conocimientos técnicos de primer nivel para poder
optimizar su uso; lo primero encierra grandes costos y lo segundo un tesonero
esfuerzo de capacitación, que arranca desde la escuela básica y nunca termina.”
Sisto
(2007, p.13) atinadamente señala que: “la educación superior debe responder
ante las sociedades donde la productividad y la competitividad de las partes
integrantes dependen crecientemente de su capacidad para crear, procesar y
aplicar eficientemente información basada en conocimientos.” La
teoría del capital humano (Smith, 1776) postula que la educación incrementa la
productividad de los individuos al dotarlos de mayores conocimientos y
destrezas, hecho que luego sería reconocido y premiado en el mercado de empleo
a través de mayores ingresos (Bruner y Uribe, 2007, p.64).
Pero, México a diferencia de los países
desarrollados, se debate entre dos aguas. Por un lado está el factor cuantitativo. Hasta
fines del siglo XX la prioridad educacional de los países se concentró en la
cantidad (Lepeley, 2003) en la
masificación de la educación. “Los gobiernos crearon una expansiva oferta
educacional, dirigida, por un lado, a combatir el analfabetismo, y por otro
lado, a aumentar la capacidad productiva de la fuerza laboral” (Lepeley, 2003,
p.4) y México no fue la excepción. Se creyó que con esto se encontraría la solución
a nuestros problemas, pero la
masificación de la educación superior que permita igualdad de oportunidades a
todos los mexicano ha forzado a las universidades a contratar personal por hora
para “producir docencia” de una manera cuasi industrial (Bruner y Uribe, 2007).
Por otro lado, el tema de la calidad. La
calidad de la educación es un elemento de crítica importancia (Lepeley, 2003),
pues la educación es un proceso de producción inusual donde la calidad del principal
“insumo” (los estudiantes) es a la vez parte del “producto” que la universidad
vende (Rothschild y White, 2003), y donde la calidad es el principal insumo para hacer de un país,
un sistema competitivo a nivel internacional, existiendo así la necesidad de
transformar las universidades siguiendo los modelos de gestión empresarial
(Sisto, 2007).
El reto de la educación superior
La
educación superior, además de ser un factor esencial para igualar oportunidades
entre la población, es un elemento determinante para estimular la productividad
y competitividad en nuestro país, la consecuencia de no hacerlo es una fuerza
laboral poco competitiva, con individuos que no podrán alcanzar salarios dignos
y que fomentan círculos de pobreza para ellos y sus familias. “México debería aprovechar plenamente sus
considerables recursos para impulsar un desarrollo basado en el conocimiento, y
aprovechar sus activos en la materia que incluyen polos de excelencia en la
educación superior” (OCDE, 2010)
El
reto que enfrentamos es la necesidad de definir un modelo de educación
superior, accesible a todos , una masificación de la matrícula con calidad,
puesto que una mayor cantidad de jóvenes preparados y capacitados serán capaces
de promover el cambio estructural del sistema económico nacional para volverlo
más competitivo.
Empresas más competitivas, son por lo general, empresas más productivas, que se reflejan en mejores ingresos tanto para los empresarios como para los trabajadores, que significan más impuestos y recursos para mejorar mejores condiciones de salud y mejora de la calidad de vida de una nación. En México, la productividad de la economía no mejorará sin un impulso real en la educación superior.
Referencias:
Agudelo,
C. (1999). Desarrollo y salud. Consulta
realizada en internet el 12 de febrero del 2008
en:http://www.revista.unal.edu.co/index.php/revsaludpublica/article/viewFile/18947/1986
Barr, N (2003). "Financing higher education:
lessons from UK debate". The Political Quarterly Publishing, 371-381.
Brunner, José J. y Uribe, D. (2007). Mercados universitarios: el nuevo escenario
de la educación superior. Santiago de Chile: Universidad Diego Portales.
Flores, L. (2012). México requiere mejorar
procesos de productividad.
Consulta realizada en internet el 05 de febrero del 2012 en: http://eleconomista.com.mx/finanzas-publicas/2011/02/16/mexico-requiere-mejorar-procesos-productividad
Forero Ramírez N. y Bardey D. (2008). Teorías y algunas experiencias
internacionales en el financiamiento de la Educación Superior: lecciones para
Colombia. Universidad del Rosario, Facultad de Economía, Documentos de
trabajo, 37.
Lepeley,
M.T. (2003). Gestión y calidad en
educación. Un modelo de evaluación. México:
Mc GrawHill
Mirabal,
F (2007) La productividad del conocimiento. Consulta realizada en internet el
10 de febrero del 2012 en: http://www.lostiempos.com/diario/opiniones/columnistas/20070320/la-productividad-del-conocimiento_6138_6712.html
M. Rothschild and L. White. The University in the Marketplace: Some Insights and Puzzles. En C.
R. Belfield and H. M. Levin (eds.), The Economics of Higher Education,
The International Library of Critical Writings in Economics; Cheltenham, UK: An
Elgar Reference Collection, 2003.
OCDE (2010)
Perspectivas OCDE:México políticas clave
para un desarrrollo sostenible . Consulta realizada en internet el 29 de febrero
del 2012 en: http://www.oecd.org/dataoecd/22/2/45391108.pdf
Sisto, V.
(2007) Managerialismo y trivialización de la Universidad. Consulta realizada el
08 de febrero del 2011 en: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/1051/105116595002.pdf
Smith,A. (1776) An Inquiry into the Nature and
Causes of The Wealth of Nations. Chicago: The University of Chicago Press,
1976, book I, chapter X, part I, pp. 113 y 115.
Umaña, A.
(1993) Productividad y calidad de vida. Consulta realizada en internet el 14 de
febrero del 2008 en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-113221
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