En las últimas décadas, México ha experimentado una creciente preocupación por la atención a la diversidad en el ámbito educativo, especialmente en lo que respecta a las Necesidades Educativas Especiales (NEE). Este enfoque se alinea con la tendencia internacional hacia la inclusión educativa, que busca garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los estudiantes, independientemente de sus características individuales (UNESCO, 2005).
La inclusión educativa es un
enfoque dentro del sistema educativo que busca garantizar que todos los
estudiantes, independientemente de sus características personales o sociales,
tengan acceso a una educación de calidad y puedan participar plenamente en el
proceso de aprendizaje (UNESCO, 2005)
Se centra en identificar y
eliminar barreras que puedan impedir la participación y el logro educativo, y
trabaja en todos los ámbitos, desde el plan de estudios hasta la pedagogía y la
enseñanza (UNESCO, 2005)
El concepto de NEE ha
evolucionado desde una perspectiva centrada en las deficiencias del individuo
hacia un enfoque más holístico que considera los factores contextuales. Como
señala el Ministerio de Educación de Chile (Mineduc, 2004), "las causas de
la discapacidad son predominantemente sociales". Este cambio de paradigma
implica que la educación debe adaptarse a las necesidades de todos los
estudiantes, no al revés.
En México, al igual que en
otros países de América Latina, se han implementado políticas y programas para
favorecer la integración y la inclusión educativa. Sin embargo, persisten
desafíos significativos. Uno de los principales es la brecha entre el discurso
político y la práctica educativa.
Infante, Matus y Vizcarra
(2011) señalan que "los problemas como la exclusión han sido incorporados
a políticas que intentan corregir problemas de discriminación". No
obstante, estas políticas no siempre se traducen en cambios sustantivos en las
aulas. La formación docente es otro aspecto crucial.
El profesor Iván Cifuentes
(citado en Salum Tomé, 2020) afirma que "debe haber una transformación
profunda de la actividad educativa a través de la flexibilidad y
diversificación del currículo". Esto implica preparar a los docentes para
que sean "profesionales autónomos, flexibles que trabajen de manera
colaborativa". En México, como en otros países de Latinoamérica, este es
un reto pendiente.
La admisión escolar también
representa un obstáculo. Muchas familias mexicanas enfrentan dificultades
similares a las descritas por la madre de Clemente en Chile: "Tocamos
muchas puertas, una experiencia súper desagradecida y súper difícil, donde los
papás tampoco saben qué hacer ni cómo buscar ayuda" (Salum Tomé, 2020). En
México, a pesar de leyes como la Ley General para la Inclusión de las Personas
con Discapacidad (2011), muchas escuelas aún no están preparadas para recibir a
estudiantes con NEE. No obstante, hay ejemplos alentadores. Algunas escuelas
mexicanas, como el Centro de Atención Múltiple (CAM) en Ciudad de México, han
desarrollado programas de integración. Estos programas incluyen entrevistas con
especialistas y observaciones en ambientes familiares para los niños, lo que
demuestra que es posible una admisión más inclusiva.
El día a día en la escuela
también presenta desafíos. Como señala Daniela Maino (citada en Salum Tomé,
2020), "tener un hijo con necesidades especiales es un trabajo muy
desafiante día a día, tanto para los colegios como para nosotros los papás, donde
todos tenemos que estar involucrados". En México, algunas escuelas han
introducido la figura del
tutor o acompañante, pero esto supone un costo
adicional para las familias. Para avanzar hacia una verdadera inclusión, es
necesario un cambio cultural. Como afirman Escribano y Martínez (2013), se
requiere pasar de la exclusión y la segregación a la integración y, finalmente,
a la reestructuración, donde se encuentra la educación inclusiva. Este proceso
implica modificar no solo la infraestructura, sino también las actitudes y
prácticas sociales.
En esta línea, Ainscow (2005)
destaca que el desarrollo de sistemas educativos inclusivos requiere la
identificación y el uso de palancas de cambio efectivas, como la colaboración
entre docentes y la participación activa de toda la comunidad escolar. Además,
Ainscow y Miles (2008) subrayan la necesidad de una educación inclusiva que no
solo integre a todos los estudiantes, sino que también promueva un aprendizaje
significativo y equitativo para cada uno de ellos.
La reforma educativa inclusiva
en México ha adquirido centralidad en el actual gobierno (2018-2024). Esta
reforma tiene como objetivo crear una Nueva Escuela Mexicana (NEM) y promover
la educación inclusiva. Veamos algunos aspectos clave:
1.
Enfoque en la inclusión educativa
La reforma educativa impulsada
en el sexenio 2019-2024 es la primera en la que la educación inclusiva no solo
adquiere mayor relevancia en la política, sino que se considera un criterio
central para la construcción de la Nueva Escuela Mexicana. La inclusión
educativa busca habilitar un sistema educativo con diversidad en las escuelas,
donde las personas con diferentes discapacidades tengan la misma oportunidad de
recibir educación y desarrollarse. Se evalúa si las escuelas cuentan con la
infraestructura, el equipo necesario y docentes capacitados para brindar una
educación de calidad a todos los estudiantes.
2.
Responsabilidades y Desafíos
El análisis de los textos de
política de la educación inclusiva muestra que existe una corresponsabilidad
para el cumplimiento de las acciones, donde la mayor parte recae en la
federación y la escuela. Sin embargo, el nivel estatal queda desdibujado. A pesar
de los esfuerzos, hay una insuficiente articulación entre los textos de
política y las demandas hacia el profesorado de educación básica. Los docentes
enfrentan más desafíos que los lineamientos u orientaciones disponibles para
implementar la política de educación inclusiva.
3.
Número de escuelasiInclusivas
Según datos de la Secretaría
de Educación Pública (SEP), actualmente existen 16,096 escuelas inclusivas en
México. Estas escuelas buscan brindar una educación equitativa a todos los
estudiantes, independientemente de sus capacidades o necesidades especiales.
La educación inclusiva en
México es un enfoque fundamental para garantizar que todos los estudiantes
tengan igualdad de oportunidades y acceso a una educación de calidad,
independientemente de sus condiciones individuales. La construcción de una
Nueva Escuela Mexicana y la capacitación docente son pasos esenciales para
lograr este objetivo.
México, al igual que otros
países de la región, ha dado pasos importantes hacia la inclusión educativa.
Sin embargo, persisten desafíos en la formación docente, la admisión escolar,
el apoyo en el aula y, sobre todo, en la transformación de la cultura educativa.
Como señala Cifuentes (citado en Salum Tomé, 2020), es fundamental
"generar investigación sobre el tema, donde podamos demostrar que la
educación inclusiva realmente funciona y representa un cambio para los niños
con necesidades especiales". Solo así podremos construir un sistema
educativo verdaderamente inclusivo, que sea el cimiento de una sociedad más
justa y equitativa.
Referencias:
1. Ainscow, M. (2005). “Developing Inclusive Education
Systems: What are the levers for change?”. Journal of Educational Change, 6(2),
109-124. DOI: https://doi.org/10.1007/s10833-005-1298-4
2. Ainscow, M. y Miles, S. (2008). “Por
una educación para todos que sea inclusiva: ¿hacia dónde vamos ahora?”. Revista
Perspectivas, 38(1), 17-44. En:
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000178967_spa
3. Ball, S. J., Maguire, M.,
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Schools do Policy. Policy enactments in secondary schools*. Abingdon:
Routledge.
4. Beech, J., & Meo, A.
(2016). “Explorando el uso de las herramientas teóricas de Stephen J. Ball en
el estudio de las políticas educativas en América Latina”. *Archivos Analíticos
de Políticas Educativas, 24*(23), 1-19. En: https://epaa.asu.edu/ojs/article/view/2417/1732
5. Escribano, A. y Martínez,
A. (2013). Inclusión educativa y profesorado inclusivo. Aprender juntos para
aprender a vivir juntos. Madrid: Narcea.
6. García, I., Romero, S.,
Aguilar, C., Lomelí, K., & Rodríguez, D. (2013). “Terminología
internacional sobre la educación inclusiva”. *Revista Actualidades
Investigativas en Educación, 13*(1), 1-29. En:
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/aie/article/view/11712/18187
7. Infante, M., Matus, C. y
Vizcarra, R. (2011). “Razonando sobre la idea de diferencia en las políticas
educativas chilenas”. Universum, 26(2), 143-163.
8. Köster, A. (2016).
“4A-Educación para los pueblos indígenas en México: una revisión estadística”.
*Alteridad. Revista de Educación, 11*(1), 33-52. En:
https://alteridad.ups.edu.ec/index.php/alteridad/article/view/1.2016.03
9. Mineduc (2004). Nueva
Perspectiva y Visión de la Educación Especial. Informe de la Comisión de
Expertos en Educación Especial. Ministerio de Educación. Santiago de Chile.
10. Salum Tomé, J. M. (2020). “Special Educational
Needs: Do We Know How to Educate?”. International Journal of
Science Academic Research, 01(04), 140-146.
11. Secretaría de Educación
Pública (SEP). (2022). Informe Anual de Escuelas Inclusivas. Ciudad de México.
12. Solis del Moral, Sharon
Stephanie, & Tinajero Villavicencio, María Guadalupe. (2022). La reforma
educativa inclusiva en México: Análisis de sus textos de política. Perfiles
educativos
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